Jornada de un día que nos lleva, como destino final, a asomarnos al comienzo de la cordillera de Los Andes, a los 2.100 metros de altitud. Se vislumbra el cambio de vegetación a un paisaje y clima propios de altura.
El recorrido comienza a una altitud de 1.500 metros siguiendo un sendero de fácil acceso que bordea, en gran parte del trayecto, al estero San Francisco.
Es notable cómo, en la medida que se avanza, el cajón cordillerano se va cerrando a nuestros lados, geomorfología que favorece la permanencia de una agradable brisa de montaña.
Excelente oportunidad de caminar y ejercitarse físicamente, en un ambiente libre de polución, junto a la estimulante vista de paisajes que inspiran. Se puede realizar en familia o con amistades. Si el tiempo lo permite existe la posibilidad de darse un refrescante chapuzón en el estero y visitar alguno de los sitios arqueológicos en ruta.